Yo soy así, odio los números, odio la física, odio las ciencias exactas. No me gusta la política, no me gusta la medicina, no me gusta el derecho. Me gusta el diseño, me gusta la música, me gusta crear, éso me gusta. Y me da bronca que no valores las cosas en las que yo pongo tanto esfuerzo siempre, porque no tenés idea de todo el avance y todas las cosas que yo logré en estos años, porque no me diste de la oportunidad de mostrarte realmente lo que puedo hacer. Y aunque todo lo que hago yo es para verte a vos del otro lado del escenario aplaudiendo y diciendo "ésa es mi hija", vos simplemente, no te interesa siquiera abrirte para tratar de entender. Y me duele, te juro que sí. A veces veo como festejas los goles de Maxi, o como felicitás a Sahel cuando se va por trabajo al exterior. Yo lo único que quiero es sólo un poco de ésa alegría cuando me ves en el escenario golpeando una nota altísima, ¿y eso pasa cada cuánto? ¿una vez al año?. Mi lugar está en un escenario, y ésa oportunidad en este momento se me da sólo una vez al año, ¿tan difícil es mostrarme un poco de orgullo ésa noche? Porque cada año es igual, bajo del escenario, me decís un "muy bien" frío como quien estuvo ausente toda la noche, y en la cena después de que yo canto, hablás de lo bien que estuvo el gol de Maxi de ésa mañana. Y me parte el alma, y desde el fondo de mi corazón te digo que:
Te pido perdón, porque el arte me eligió a mi, y no yo a él.
Te pido perdón, porque sé que por mucho que quiera hacerte ver mi lado de las cosas, a vos simplemente no te interesa en lo más mínimo lo que yo hago.
Te pido perdón, porque sé que te decepciono cuando trato de contarte la historia de una ópera en vez de un gran acontecimiento de política.
Te pido perdón, porque en vez de deportes, hablo de música.
Te pido perdón, porque sé que te desilusiono cuando me preguntás "¿Qué vas a estudiar?" y yo te contesto "Cualquier cosa que tenga que ver con arte".
Te pido perdón, por usar más el lado derecho del cerebro, y no el izquierdo como vos.
Te pido perdón, por no ser la persona que siempre soñaste que sea.
Te pido perdón, porque sé que vos querías una hija inteligente, que fuera una importante profesora como vos. O que fuera diputada. O una médica respetada. Que abriera una gran universidad a la que todo el mundo quisiera ir a estudiar. Que fuera ingeniera en algo como tu hijo y viajar por el mundo haciendo negocios. Que fuera una mujer que se juntara con todas personas importantes como políticos, dueños de grandes universidades, o autores de libros como vos. Pero, y aunque no te guste, mientras el arte siga siendo una opción para mí, ese es el camino que voy a seguir yo, aunque no quieras tener nada que ver con él.