Gente normal, como cualquiera. Que se trabaja, estudia, tiene familia, responsabilidades, problemas y lidia con todos los conflictos del día a día, como todos. Gente normal, unida por una gran pasión: el teatro musical. Toda la vida odié hacer danza, toda la vida odié hacer teatro, toda la vida odié hacer comedia musical y sólo hacía canto porque era individual. ¿Por qué? Siempre me gustó, siempre amé todo eso, pero no me hallaba en ningún lugar. Nunca me gustaban los grupos, siempre me sentía muy incómoda, y al final terminaba yendo porque era un mes que ya había pagado y después dejaba. No me sentía bien y no disfrutaba de lo que estaba haciendo. Además de que los grupos eran malos, me sentía insegura de mí misma, incomprendida, no sé, simplemente no me hallaba.
Decidí tratar una vez más, y lo que me atrajo no fue la idea de que quizás podría formar un buen grupo, es como que ya estaba resignada a eso. Pero como era la escuela de mi ídolo, y como parecía que daba tantas oportunidades y una formación que casi ninguna escuela te da (cosa que más tarde confirmé), eso me tentó a probar. Cuando entré, fue un boom de sentimientos, no sólo por el hecho de ver a mi ídolo con ropa normal, por así decirlo, y no con una capa de Drácula o la ropa bien rosa de Merlín. Sino también porque de lo primero que me dí cuenta es que eran todos muy buenos, sinceros, sencillos, y pude hablar super cómoda. Más adelante me dí cuenta de que ellos, todos, estaban ahí por una pasión y no por sólo un hobbie, incluyéndome. Y ahora somos como una gran familia unidos por la pasión y hasta obsesión por el teatro musical. Y me encanta, porque conocí mucha gente con la cual puedo hablar de cosas con las que no podía hablar con nadie porque no conocía a nadie que amara el teatro musical como yo. Pero ahora se siente muy bien hablar de cosas de todos los días, de música, de la familia, de los amigos, de experiencias artísticas, pero también de Drácula, de El Fantasma de la Ópera, de Moulin Rouge, de Los Miserables, de Nine, de Rent, y todo con una misma persona. Es muy bueno decirle a una persona "El jorobado de París" y que no sólo sepan qué es sino que de eso surja una gran conversación, porque te entienden, porque son del mismo planeta. Y también es genial que no importen las edades, tengo un amigo de 14 y una amiga de 40 y sentimos exactamente lo mismo, y parece que todos hablamos un mismo idioma.
Esto va a ser así:
- Vamos a ser una gran familia.
- Vamos a romperla en las tres muestras.
- Vamos a egresar con honores por ser los primeros.
- Vamos a llorar mucho cuando egresemos.
- Vamos a irnos de viaje de egresados y tener una fiesta de egresados, no importa si hay gente de más de 50 o menores de 18.
- Vamos a crear un musical con nuestra vida como estudiantes de la Escuela.
- El musical va a ser un éxito rotundo.
- Vamos a morir con honor y gloria y ser recordados por toda la eternidad.
JAJAJAJAJAJA ok no. Las últimas tres las exageré un poquito, pero las cinco primeras, por como viene la cosa, ni lo duden. Tenemos pensado Tonga ya para el viaje... -sólo entendidos-
Pero bueno, la cosa es, que además de sentirme bien artisticamente (porque la formación artística es impresionante, es increíble los profesores que tenemos, son de un nivel demasiado bueno, y además nos forman bárbaro, de más está decir que ellos son parte de esta familia que digo, son todas excelentes personas), conocí a un montón de personas que no quiero que salgan de mi vida nunca más, son todos especiales, y todos tienen un lugar en mi corazón. Yo hasta este año me sentía un flamenco entre mil palomas. Y ahora los sábados me hacen tan bien. Me siento tan bien.
Me siento acompañada.
Me siento bien formada.
Me siento feliz.
Estoy feliz.