20 may 2014

Adiós

Que curioso, leo este blog y es como si leyera párrafos ajenos que no me incumben en lo más mínimo. Y sin embargo, todas son palabras que en algún momento reflejaron algo sobre mí. Y ahora no siento empatía alguna. No me siento identificada en lo más mínimo, me cuesta creer que todo este pequeño mundo es mío... fue mío.
Es curioso.
Es curioso ver la forma paupérrima y en ocasiones triste de mi escribir. Y ahora ni en mis peores momentos logro escribir sin sentir un impulso que sale desde lo más profundo de mí y me arranca las palabras del alma. Y ni hablar de lo que intentaba expresar... ¡Qué ser tan inmaduro! Pero igualmente, nada menos se podía esperar de alguien de 16 años. Y ahora leo, y parecería que las palabras van creciendo a mi par.
Es curioso.
También es curioso como puede crecer tanto una persona en tan poco tiempo. Estoy en la universidad, verán. Todo lo que siempre quise. Todo lo que anhelaba, soñaba, deseaba con toda la fuerza de mi ser... Sí, todo eso... ¿no? Bueno, no es tan así. Quizás. Sí. No. En realidad... no, es que no, pero... no. No.
Curioso.
De sobremanera curioso.
Y dada esta curiosa... falta de empatía, si se quiere, este blog va a quedar completamente abandonado (como ya habrás de sospechar, dada mi ausencia). Y he aquí las últimas oraciones que plasmaré en él. Sin embargo, y dada mi extrema necesidad de escribir todo el tiempo, acá es donde podés encontrarme: http://siempre-es-hora-del-te.blogspot.com.ar/ Sentite libre de pasar y visitarme. Pero, eso sí, no te asustes si de entrada todo es un tanto... distinto. ¿Sí? Te espero.
Hasta acá llegamos.
Curioso, ¿no?
Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario