19 sept 2012

¡Sé que estás aquí,
que vendrás por mí!
¡Mi sangre clama tu pasión,
ser yo tu posesión, tu única obsesión!
¡Nada me atará ni me detendrá!
Del mundo ya me olvidé
¿Qué más puedo perder
si a ti yo me entregué?

Eres mi dueño y contigo cada noche sueño.
Eres mi amo y tu poder dentro de mi reclamo.
Mi desenfreno junto a ti señor ya nada temo. 

Por ti señor del Cielo y de Dios aquí reniego.
Por ti señor mi alma al fuego eterno yo condeno.
Solo un amor, el tuyo, y de los otros yo descreo, ¡sí!

Por tu presencia sonarán trompetas que en tu ausencia
estaban mudas como tumbas, como voces muertas
que ahora proclaman, gritan y reclaman tu llegada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario